“DIOS SIEMPRE ESTÁ PRESENTE EN LA VIDA DE AQUELLOS QUE LO BUSCAN Y CUYA UNIÓN EN EL MATRIMONIO ES TRINA: EL MARIDO, LA ESPOSA Y EL SEÑOR”

Después de participar en un encuentro para 200 parejas (60 de las cuales no eran adventistas) en la Iglesia del Centro Universitario Adventista (Unasp), campus Hortolândia, el ingeniero de producción José Armando Ribeiro do Vale y la contadora Elisângela Ribeiro do Vale cambiaron completamente de vida. La pareja, que tiene un hijo de diez años, José Henrique Ribeiro do Vale, aceptó al final del encuentro el llamado a estudiar la Biblia.
Fue gracias a la invitación de vecinos adventistas que ellos fueron a un encuentro de matrimonios con el tema “Sí… hasta el fin”, promovido por el Ministerio de la Familia de la Iglesia de la Unasp, bajo el liderazgo de Luís Carlos Santos y su esposa Marta Santos, con la colaboración de Encuentro de Matrimonios (ECC) de la iglesia y la supervisión del pastor y las charlas presentadas por el pastor Alacy Barbosa, en ese entonces director general del campus Hortolândia de la Unasp y hoy director sudamericano del Ministerio de la Familia. En un primer momento, el matrimonio admite que consideró que el evento de un día sería cansador y largo, pero con el transcurso de las horas quedaron maravillados con los mensajes de familia allí presentados.
En el encuentro el pastor Barbosa les dijo a los matrimonios que la pareja debe saber lo que lastima al otro y lo que lo hace sentirse amado. Se promovieron diversas actividades y dinámicas para estimular el diálogo y al final los matrimonios no adventistas recibieron también una cajita con estudios bíblicos.
José Armando y Elisângela aceptaron la invitación a estudiar la palabra de Dios y nueve meses después fueron bautizados. En esta entrevista con Revista Familia Esperanza, ellos contaron un poco de la historia de su vida, cómo conocieron la Iglesia Adventista y de qué manera el encuentro de matrimonios los ayudó a acercarse a Dios.

Revista Familia Esperanza: ¿Cómo conocieron la Iglesia Adventista?
José Armando y Elisângela: La verdad, cuando era niño, yo [José Armando] vivía en la ciudad de Osasco y tenía vecinos adventistas. Iba a la casa de ellos los sábados para jugar con su hijo y pasaba algunos momentos compartiendo aquel día especial en los almuerzos, las oraciones y los cantos. Eran momentos muy buenos.
Cuando nos casamos, mi esposa y yo nos mudamos a la ciudad de Santo André y finalmente llegamos a vivir en Hortolândia en 2012. Mi hijo comenzó a estudiar desde el primer año en el Colegio Adventista y eso también fue una manera de conocer un poco más sobre la Iglesia Adventista. Mi esposa y yo nos emocionamos bastante en los festejos del Día de la Madre y el Día del Padre, cuando el pastor pronunciaba bellas palabras.

¿Cómo fueron a parar a un encuentro de matrimonios? ¿Quién los invitó?
Bien, después que nos mudamos a Hortolândia, después de un año, buscamos un lugar que estuviera más cerca del colegio adventista y terminamos mudándonos a un barrio donde nuestros vecinos son adventistas. Al poco tiempo, hicimos amistad con ellos y después de algún tiempo recibimos una invitación para participar en el encuentro de matrimonios.

¿Qué les pareció?
Nunca habíamos participado antes. Aceptamos la invitación a pasar el día entero y sinceramente pensamos que las horas no pasarían. Pero al llegar nos recibió un equipo maravilloso del Ministerio de la Familia y voluntarios que se propusieron ayudar. El disertante y pastor Alacy Barbosa fue realmente usado por Dios, guiado por el Espíritu Santo de Dios. Él fue dirigiendo varios temas relacionados con el matrimonio, la familia, los padres, los hijos, el área financiera, la salud y los cuidados personales, despertando el interés de todos.
Llegamos a la conclusión de que los temas fueron tan interesantes y bien dirigidos que, en realidad, el tiempo fue insuficiente y las horas pasaron muy rápido. Pudimos observar al principio que las parejas que llegaron desanimadas salieron sonrientes. El encuentro de matrimonios es fundamental, una experiencia que se convierte en un manual de vida en el cual todos deberían participar y aprender. Una lección que siempre recordaremos para nosotros es que Dios siempre está presente en la vida de aquellos que lo buscan y cuya unión en el matrimonio es trina: el marido, la esposa y el Señor.

“EL ENCUENTRO DE MATRIMONIOS ES SIMPLEMENTE FUNDAMENTAL, UNA EXPERIENCIA QUE SE TORNA UN MANUAL DE VIDA DEL CUAL TODOS DEBERÍAN PARTICIPAR Y APRENDER”

¿Ustedes tenían problemas familiares serios?
Yo creo que no, pero después del encuentro aprendimos varias lecciones de cómo evitar muchos problemas y con la ayuda del Señor no hay problema que no pueda resolverse.

¿Cuándo decidieron estudiar la Biblia?
Después de terminar el evento recibimos la invitación de otra pareja que estaba en el lugar para que juntamente con nuestros vecinos pudiésemos comenzar encuentros en los que discutiésemos los temas que habían sido tratados allí. Pasamos a encontrarnos semanalmente y poco después comenzaron los estudios bíblicos.

¿Los temas sobre la familia les llamaron la atención?
Sí, los temas son muy actuales y son parte de nuestra vida cotidiana.

¿La familia es una herramienta poderosa para la predicación del evangelio?
Sin duda alguna, la familia que tiene un hogar cristiano y vive una vida en comunión con el Señor sirve de espejo y de ejemplo para los demás.

¿Cuál es el nombre del matrimonio que los llevó a ustedes al encuentro y qué papel tuvieron ellos en ese proceso?
Giulei Pintor Ribeiro y Lucimara Cristina Paglione Pintor. Ellos tuvieron un papel social y principalmente evangelizador y fueron muy discretos en querer presentarnos la Iglesia Adventista. Nos trataron con mucha delicadeza y cuidado para no nos sintiésemos presionados y nos sintiéramos libres de tomar la decisión correcta.

¿Qué hizo que ustedes tomaran la decisión del bautismo?
Simplemente por conocer la verdad por medio de la palabra de Dios. Y esa verdad nos mostró que el bautismo es el renacimiento a una vida nueva con Cristo.

¿Qué mensaje les darían ustedes a las personas que todavía no aceptaron a Cristo?
¿Qué están esperando? ¡El Salvador está cerca de ustedes con los brazos abiertos!

¿Cuál es el mayor sueño de ustedes hoy?
Nuestro mayor sueño es la salvación de mi familia y mis amigos y que el evangelio de Cristo sea aceptado por las personas. Sólo así Jesús podrá volver a esta Tierra. Y que la justicia finalmente sea hecha por él.

Por Silaine Bohry, periodista y editora asociada de la Revista Familia Esperanza.