dineroPiensa por un momento en el dinero, ¿es necesario cierto?, ¡muy necesario diría! En un mundo tan competitivo, donde las personas valoran todo por este medio, el dinero ha logrado ocupar el lugar de los pensamientos sublimes, de las nobles aspiraciones e intenciones y hasta del amor.

Esta realidad parece ser parte de una telenovela pero ocurre tan a menudo en la vida de las personas, que es claro que como humanos a veces olvidamos lo más importante, aquello que trasciende todo tipo de valor monetario y lleva al hombre a una felicidad plena que no se mide por cosas materiales: el servicio a los demás.

Hace poco conocí a Matías, un joven de buena familia de la ciudad de Arequipa, Perú, a quien la vida había golpeado duro desde pequeño y le había enseñado las duras consecuencias que acarrea poner este “papel” en el primer lugar de la existencia. Gran parte de su adolescencia la vivió separado de sus padres, quienes trabajan arduamente buscando poder darle lo mejor. Sus tíos y abuelos con los que vivía, usualmente no lo acogían en casa para celebrar un cumpleaños suyo, o para pasar un momento con la familia en ocasiones especiales, a menos que sus padres mandaran dinero, pues allí él se convertía en el centro de atención y cuidado.

Toda esta serie de circunstancias, hicieron de él un joven temeroso de las intenciones de las personas cuando se acercaban a él o a los suyos, y pocos, realmente muy pocos le enseñaron que a veces algunas personas te valoran más por lo que eres, que por lo que tienes. Hace algunas semanas atrás él murió dejando consigo un vacío enorme en la familia que lo amó, y una herencia millonaria que destinó a una serie de albergues de la ciudad donde él nació.

¿Te has puesto a pensar en cuán corta es la vida?, ¿en que hoy somos y mañana nuestra existencia puede desaparecer? Todos en realidad tenemos el tiempo muy corto para vivir, pero a veces estamos tan obstinados por el dinero que todo en nuestra vida gira alrededor de eso, y no vemos el bien que puede hacer a otros por nuestra influencia.

El apóstol Pablo en algún momento escribió: “…raíz de todos los males es el amor al dinero…” (1 Timoteo 6:10). Nota lo que Pablo dice en su expresión “raíz de todos los males”, ¿qué crees que el apóstol quiso decir?, ¿acaso el texto está afirmando que el dinero es malo o inservible?, ¡no!, lo que para el apóstol es el inicio de una serie de sin sabores en la vida no es cuánto dinero tú tengas, sino que tu corazón “ame” tanto el tener, al punto de olvidarte de ser feliz y dar felicidad a los que te rodean.

Explicado de manera simple, para Pablo cuando alguien ama tanto al dinero olvida que éste es un medio y no el fin en sí mismo de la felicidad. Puedes tener mucho dinero, gastarlo en lo que te apetece, hacer con él lo que quieras, pero siempre tendrás la sensación de que cuando todo lo que crees que es felicidad pase y el éxtasis del momento se haya ido, el mismo vacío e intranquilidad que te motivó a usar el dinero como quisiste aún sigue tan marcado en tu interior, que tratarás de buscar nuevamente sin éxito un estímulo que te ayude a llenarlo.

En cambio, cuando pones al dinero como la oportunidad para hacer bien a los que te rodean, estás trascendiendo al dinero, y haciendo de él una herramienta de bien y felicidad para los demás, te estás volviendo en un agente de esperanza. No estamos hablando aquí de cantidad, así que no se trata de lo poco que ganas, o las deudas que tienes que saldar, estamos hablando aquí de actitud. Tu actitud al final determina cuál es tu prioridad en la vida.

Dios pudo haberte rodeado de una familia hermosa, amigos entrañables y personas que ven en ti a alguien diferente y sobre quiénes puedes influenciar de manera positiva, la felicidad que ésa oportunidad puede traer a tu vida es inigualable, y sobrepasa por mucho lo que el dinero puede ofrecerte si no los tuvieras, pues gran parte en esta vida, más allá del dinero y sus beneficios, se trata de la oportunidad y sus bendiciones. Y ahora la pregunta final que te dejo es: ¿que es el dinero para ti, un medio o el fin en si mismo?

 

Joseph Sanchez es pastor y docente en la Facultad de Teología de la Universidad Peruana Unión (UPeU).