Talita sendo bautizadaTalita en el momento de su bautismo, que aconteció durante el III Campori de Conquistadores de la Región Centro-Oeste Brasileña.

Después de una secuencia de automutilaciones e intentos de suicidio, Talita Vitória Silva, de 15 años, encontró un Club de Conquistadores y cambió su estilo de vida. Ella sufría de depresión y no se sentía aceptada en su círculo de convivencia. Tampoco creía en Dios, pero, al recibir influencia de uno de los líderes del club local, el cambio se produjo gradualmente.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es la segunda causa de muertes entre adolescentes [sepa como prevenir]. En 2014, para combatir esa realidad, la campaña “Septiembre Amarillo” fue creada por el “Centro de Valorización a la vida”. El tema ha ganado cada vez más importancia en los medios desde que una serie, abordando el tema, fue lanzada por el servicio de streaming Netflix.

El Club de Conquistadores ha sido, en muchos casos, una forma de mantener a los niños y adolescentes involucrados en actividades en grupos y lejos de acciones que puedan perjudicarlos emocionalmente. “Cuando el adolescente se siente perteneciente a un grupo, es mucho más difícil sufrir bullying o incluso depresión. En un grupo como éste, ellos desarrollan sus habilidades y talentos “, afirma la psicóloga Raphaela Salgado. Eso fue lo que sucedió con Talita hace cinco meses. Hoy, su historia sirve de ejemplo para otras personas que pasan por lo mismo que ella pasó.

 

Encuentro con un desconocido

Sentada en el borde de la vereda, Talita lloraba, envuelta en una polera. La noche caliente no justificaba el uso de una casaca para el frío. Intrigado, el micro emprendedor Heliton Arantes Rocha, de 25 años, pasaba por la calle y decidió parar para ayudarla. “¡Me he asustado! Quería ayudar de alguna manera. Pero pregunté qué estaba pasando y ella se quedó callada “, cuenta Rocha.

Después de varios intentos, sentado al lado de la niña, Rocha obtuvo una respuesta en forma de acción: la niña levantó una de las mangas de su casaca de frío, dejando a la vista los cortes en el brazo. En “shock”, intentó otro diálogo y consiguió iniciar una conversación. “Lo hago desde los 11”, contó Talita. “Mi familia sabe, ya fui a varios psicólogos, pero nadie me puede ayudar”, continuó cabizbaja.

Líder de un Club de Conquistadores, Rocha decidió invitar a la niña a las reuniones. “Mira, Talita, me imagino que no quieres oír sobre Dios, ¿verdad ?!”, preguntó. La respuesta afirmativa de la niña vino seguida de la frase: “¡Yo ni siquiera sé si Dios existe!”, exclamó. Intentando darle una nueva perspectiva, prometió presentarla a un Dios diferente de todo lo que ella había conocido hasta entonces. La invitó para el culto en su iglesia el siguiente sábado y para la reunión del Club de Conquistadores el domingo.

Para su sorpresa, Talita estaba en la iglesia, sentada al fondo con su hermana mayor. Antes de que pudieran irse, él les contó sobre la reunión del domingo. Talita apareció y, con mucha resistencia, participó en algunas actividades.

 

Nuevo estilo de vida

A partir de entonces, a pasos cortos, la chica empezó a integrarse con los otros niños y no dejó de asistir al Club. De acuerdo con su hermana, Natali Silva, de 22 años, Talita pasó a mostrar interés por el club solo a partir de la segunda reunión. “El segundo domingo que fue al club, ya tenía un campamento previsto, y cuando ella regresó de ese lugar era otra persona completamente diferente”, enfatiza.

Dentro de casa, la familia empezó a notar el cambio. La niña que antes usaba sólo ropa negra, oía rock y se mutilaba, ahora mostraba más felicidad, usaba ropas coloridas y escuchaba canciones cristianas y parecía tener esperanza. Dejó de lado el ambiente del cuarto oscuro que antes era su refugio y pasó a interactuar cada vez más con otras personas. “¡Hoy ella tiene un sueño, ella sonríe, y se divierte! Es difícil creer que es la misma Talita”, cuenta su hermana.

Casi cinco meses después de haber conocido el Club de Conquistadores, Talita decidió ser bautizada en la Iglesia Adventista del Séptimo Día y eligió hacerlo en el III Campori de Conquistadores de la región Centro-Oeste Brasileña. Allí, 140 conquistadores más eligieron servir a Jesús.

entrevista con Talita, su pastor y su dircetor Pastor Luiz Farias Jr., Heliton Rocha, diretor de Clube e Talita Silva em entrevista para a TV Novo Tempo

Rocha, quien presentó el Club de Conquistadores a la adolescente, es director del Club Oasis, en la ciudad de Camapuã, en Mato Grosso do Sul. Actualmente, el grupo cuenta con 25 niños. “Heliton fue una pieza fundamental en esta historia porque él se interesó por Talita y se preocupó por ella. Este cuidado fue el ‘start’ para que todo esto sucediera”, analiza Luiz Timoteo Farias Jr., pastor de la iglesia local.

“Todos los adolescentes como yo deberían formar parte del Club de Conquistadores. Así como él me ayudó, puede ayudar a otras personas que pasan por el mismo problema que yo “, asegura la adolescente. Ella también menciona que la oración tuvo gran influencia en su camino. Hoy, Talita puede decir que se siente feliz y que tiene esperanza.