La depresión es un trastorno mental común, considerada la enfermedad del siglo. Está presente en todas las razas y en todas las clases sociales.

En los últimos años, se ha dado un aumento notorio entre los jóvenes, los adolescentes y también entre los niños. De acuerdo con lo que informa la OMS,1 es la principal causa incapacitante en el mundo, pues alcanza a más de 300 millones de personas y cerca de 850.000 de esas personas mueren como consecuencia de esta dolencia.

Los datos alarmantes señalan que el 75% de las personas no recibe tratamiento adecuado por falta de información. Y, cuanto más temprano se procura una intervención especializada, mayores oportunidades de cura existen.

 

¿Qué es la depresión?

Esta es una enfermedad que afecta el funcionamiento global del organismo (cuerpo, mente y emociones) e incapacita al sujeto en las áreas más importantes de su vida (profesional, social, espiritual, y otras). Las causas están asociadas a factores (1) internos, tales como las alteraciones hormonales, químicas y neurológicas; y (2) externos, tales como pérdidas significativas, y eventos estresores, entre otros.

 

Sentimientos del ciclo de la infelicidad

De acuerdo con el DSM-V,2 la depresión presenta nueve síntomas que deberían estar presentes durante, por lo menos, catorce días o más. Para estipular el diagnóstico, son suficientes dos síntomas, siendo, por lo menos, uno de ellos:

 

depresión, mujer triste

 

Es necesario estar atento a las advertencias que nos da la depresión

Los niños con depresión presentan un aumento de la irritabilidad, quejas constantes con relación a los problemas físicos (por ejemplo: dolores frecuentes sin justificación aparente), agitación, ansiedad, o pánico excesivo sin motivo; además de presentar actos de rebeldía y bajo rendimiento. Entre los adolescentes, algunos comportamientos que pueden indicar un cuadro depresivo son: irritabilidad, rebeldía y conducta desafiante; higiene precaria; consumo de drogas; promiscuidad.

El tratamiento realizado de forma eficaz, con acompañamiento psicoterápico y psiquiátrico (cuando fuere necesario), es suficiente para controlar y hasta aun eliminar los síntomas depresivos.

Lamentablemente, por falta de información, la mayoría de las personas que sufren de depresión no buscan la ayuda necesaria, y sufren durante años. El ambiente en el que se encuentra una persona con depresión sin tratamiento también se ve perjudicado. Por ejemplo, un progenitor acometido por la depresión tendrá un impacto negativo en el desarrollo de los hijos. Por lo tanto, cuanto más temprano se detecten los síntomas, y más rápida sea la búsqueda de intervención, mejor será la calidad de vida, tanto para la persona acometida como para las personas más cercanas a ella.

 

Referencias
1 Organización Mundial de la Salud.
2 Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 2013.