El vino de la boda – Familias Restauradas

Conozca los tres pasos para que usted pueda restaurar su matrimonio. Primero: Reconozca que usted no puede. Segundo: Reconozca que Dios, Él sí, puede. Él puede todo. ¿No ha transformado el agua en vino? Dios puede. Entonces, si usted no puede y Dios puede, dé el tercer paso. Vaya a Jesús, deje que Él haga las maravillas en su vida.

El Factor Resolución de Conflictos

Al edificar la relación familiar no hay desafío mayor que el de dominar el arte de manejar la ira y los conflictos. La forma de tratar un conflicto comprende siempre una serie de decisiones. Con cada decisión nuestra inclinación natural consiste en manejar el conflicto en forma destructiva.

El Factor Fe: Familias [Im]Perfectas

¿Cuántos quieren agradar a Dios? Nuestra tendencia es querer agradar a todos. Hebreos 11:5 y 6 dice: Enoc, antes que fuese transpuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios”. Hebreos 11:6 Ahora, ¿qué es la fe según ese texto?, ¿cuáles son los ingredientes de la fe? Dos cosas fundamentalmente: certeza y convicción.

El Factor Crecimiento: Familias [Im]Perfectas

La vida de Moisés es el mapa en que se miran aquellos que pasan por severas pruebas antes de llegar a ser líderes. A veces creemos que estamos listos para una tarea y que un diploma nos habilita para el cargo. Sin embargo, no siempre es así. En la vida de Moisés encontramos 4 etapas, cada una muy distinta de la otra, y por sus características pareciera que todos las han vivido o las vivirán.

El Factor Tiempo: Familias [Im]Perfectas

¿Saben cuál es el problema de la vida? Es que ella no tiene botón para rebobinar, para retroceder. Cada día, cada segundo, carga en sí mismo el propio fin. El tiempo es indiscutiblemente una de nuestras fuentes no renovables. A veces nos preguntamos: ¿Dónde fue a parar el tiempo? La respuesta es que fue al mismo lugar de siempre.

El Factor de la Verdadera Satisfacción: Familias [Im]Perfectas

Las familias tratan de satisfacer su felicidad con cosas, pero se dan cuenta que la felicidad nunca llega a su plenitud. Tal vez haya en nuestra insatisfacción un eco de insatisfacción del mundo. ¿Saben por qué? Porque fuimos creados para vivir en el cielo. Sólo Dios da plena satisfacción. El agua que Dios nos da calma la sed, el pan que Dios nos ofrece calma el hambre.